Proyecto de reforma de las antiguas oficinas del instituto navarro del deporte para la implantación de nuevos servicios administrativos. El encargo consiste en el derribo interior completo y la nueva implantación de los servicios. El programa consiste en áreas de oficina abierta y despachos con espacios servidores.
La propuesta se elaboró desconociendo la disposición y organización de los futuros servicios. La planta de la actuación es rectangular y está ubicada en el piso 1º de dos edificios de viviendas del ensanche de la ciudad.
La propuesta de organización en planta responde a dos criterios principales: acceso a la iluminación natural y flexibilidad de organización de los servicios. Estos criterios condicionan la localización del acceso y la solución de las circulaciones. El hall de acceso y la comunicación vertical se resuelven con un único vestíbulo en el centro de la planta coincidente con la intersección de los dos ejes de simetría del rectángulo. Ésta actuación permite dividir la planta en cuatro áreas independientes según necesidades de uso. Los usos se disponen en secuencia desde las fachadas exteriores: áreas de oficina abierta, circulaciones y despachos. Las circulaciones interiores se incorporan espacialmente a los espacios de oficina abierta y se segregan mediante el mobiliario. Esta solución facilita el acceso a la iluminación natural de la mayor cantidad de usuarios.
Los materiales, acabados y soluciones constructivas responden a estos mismos criterios. Se eligen colores claros que reflejan la luz natural en: suelos, techos y paredes. Las separaciones entre los despachos y la oficina abierta son de mampara de vidrio que facilita el paso de la luz natural y las vistas lejanas. Las instalaciones se ocultan de la vista con un techo de lamas.